La compañía de un amigo imaginario es crucial en la vida de un niño para que madure y se adapte a su entorno.
Se presenta en niños de dos a nueve años de edad, es un apoyo que se desarrolla para el crecimiento; algunas veces no entra en el mundo de los adultos quedándose en la fantasía.
Es un amigo que físicamente no existe, esta creado por la mente; sin embargo, para los infantes es real juegan con él, ríen, cantan, brincan y hablan como si este fuera 100% real.
¿Cómo es un niño que tiene un amigo imaginario?
Son niños con mucha fantasía y emoción; siendo la creatividad la forma innovadora de pensar y ver el mundo, esto genera una mejora de autoestima, la forma de expresar, soñar y tener la capacidad de transformar la realidad.
Los niños que tienen un amigo imaginario son más tolerantes y tienen herramientas para resolver conflictos.
No es relevante el género que posea el amigo imaginario; todo depende de los lazos afectivos que tenga el infante.
El rol de un amigo de este tipo es acompañar, hacer que se sientan seguros, tranquilos y valorados. Lo mejor, es que es un «ser» creado por uno mismo que tenga las cualidades que uno desea, siendo así uno de nuestros mejores compañeros.
Aspectos importantes
Es importante observar lo que tu hijo dice o hace con su «camarada», el compartir mucho tiempo con este tipo de amigos puede afectar el desarrollo social del niño, el no saber después como integrarse a una sociedad, puede tener inseguridades.
Las platicas son de suma importancia, debemos escuchar para saber si nuestro pequeño se encuentra bien, si no esta pasando por algún abuso (físico o mental).
Lo mejor para que un niño crezca con una buena salud mental, es que siempre elijan jugar con personas reales.
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